Las personas presentes en Barcelona, España, desde el 29 al 31 de enero del 2009 en el Primer Foro Mundial de productores, representantes de productores y de grupos indígenas de África, Asia y América Latina, provenientes de varios países del mundo donde se producen tres plantas declaradas ilícitas – la hoja de coca, el cannabis y la amapola- queremos contribuir al proceso de evaluación UNGASS 1998-2008, con la siguiente declaración;
Considerando;
El articulo 17.1 de la Declaración Universal de los DD.HH establece que “toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente”; el articulo 1.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que señala que “para el logro de sus fines, todos los pueblos pueden disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales…. en ningún caso podrá privarse a un pueblo de sus propios medios de subsistencia”; que el articulo 2.1.b de la Convención 169 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes, llama a los gobiernos a desarrollar acciones con miras a proteger estos pueblos y debe incluir medidas: “que promuevan la plena efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de esos pueblos, respetando su identidad social y cultural, sus costumbres y tradiciones, y sus instituciones”; el articulo 7.1. del mismo Convenio establece que “los pueblos interesados deberán tener el derecho de decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo”; el articulo 15 del mismo convenio señala que “los derechos de los pueblos interesados a los recursos naturales existentes en sus tierras deberán protegerse especialmente”; por ultimo, el articulo 11 de la Declaración de los Pueblos Indígenas aprobada el 13 de septiembre del 2007, señala que “los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y revitalizar sus tradiciones y costumbres culturales. Ello incluye el derecho ad mantener, proteger y desarrollar las manifestaciones pasadas, presentes y futuras de sus culturas; por ultimo, el articulo 24.1 dice que “los pueblos indígenas tienen derecho a sus propias medicinas tradicionales y a mantener su propia practica de salud incluida la conservación de sus plantas medicinales”, y por ultimo, la Convención contra el Trafico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicos, del 1988, donde estipula en su articulo 14, inciso b: “Las medidas que se adopten deberán respetar los derechos humanos fundamentales y tendrán debidamente en cuenta los usos tradicionales lícitos, donde al respecto exista la evidencia histórica, así como la protección del medio ambiente”.
Declaran:
SOBRE LOS USOS TRADICIONALES, MEDICINALES Y CULTURALES:
Los gobiernos y la comunidad internacional deben reconocer el carácter histórico de las relaciones entre plantas, seres humanos, pueblos y culturas, y los Estados deben reconocer a tales plantas declaradas “ilícitas”, como patrimonio natural y cultural de la humanidad. En muchos de los países productores de tales plantas, existen usos tradicionales y culturales, aunque hay que tomar en cuenta las diferencias entre plantas, países y regiones de origen. Su uso medicinal responsable está intrínsecamente ligado a los conocimientos ancestrales, también satisface las necesidades básicas de salud y alimentación en algunos casos, forma parte de los medicamentos esenciales en las regiones productoras.
Exigimos el respeto que tienen las comunidades al derecho de cultivar plantas para satisfacer los usos mencionados anteriormente, no se debe criminalizar y/o penalizar a quien cultiva estas plantas. En todos los casos se deben reconocer otros usos benéficos de las plantas, ya sea en su estado natural o en sus derivados con fines industriales y/o comerciales.
Los pueblos originarios, y todos los demás productores de las plantas declaradas ilícitas, tienen el derecho preferente de la propiedad colectiva sobre las plantas y sus usos. Apelamos a una apropiación del conocimiento sobre tales plantas y sus usos por parte de los productores y consumidores.
Los y las productoras, debemos sensibilizar a la opinión pública a través de todos los canales posibles e incidir en la toma de decisiones sobre las políticas públicas sobre los usos de estas plantas.
SOBRE LA ERRADICACION Y CONFLICTO
En la gran mayoría de los países, la erradicación de cultivos se realiza de forma forzosa, manual o con fumigaciones aéreas, que hechas por fuerzas militares, policiales, milicias locales, incluso con la intromisión de gobiernos y empresas extranjeras, las que provocan la militarización de las regiones productoras y su relación con las políticas anti insurgentes, así como severas violaciones a derechos humanos de las poblaciones.
Rechazamos el uso de las fumigaciones aéreas, así como la criminalización de los pequeños productores, sea para usos tradicionales o para otros fines. La sustitución de los cultivos, solo puede realizarse como consecuencia de los resultados obtenidos en materia de desarrollo rural y previa consulta con los productores.
SOBRE DESARROLLO RURAL ALTERNATIVO
Los cultivos declarados ilícitos no deben considerarse como la causa de los problemas locales, regionales y nacionales, sino que representan un síntoma de problemas de desarrollo y crisis del sistema internacional y de los Estados nacionales.
Las experiencias con el modelo de Desarrollo Alternativo son por lo general negativas, con excepciones no tanto en la práctica como en su potencial.
Los proyectos de Desarrollo Alternativo no deben estar impuestos ni condicionados a la erradicación previa de los cultivos declarados ilícitos, ni a ningún otro factor que perjudique los derechos humanos de los cultivadores.
El Desarrollo Alternativo no debería estar enfocado sólo al aspecto económico, sino mucho más hacia el desarrollo humano integral. Eso requiere un derecho ciudadano que incluya el acceso a la salud, la educación, transporte y comunicaciones, acceso a la tierra y a su titulación, fomento de su producción y la seguridad alimentaria.
SOBRE ORGANIZACIÓN SOCIAL Y RELACIONES CON EL ESTADO.
Las asociaciones/ organizaciones de productores de plantas declaradas ilícitas en algunas regiones son fuertes, pero en otras incipientes, inexistentes o prohibidas por el Estado.
En muchos países, las relaciones con las autoridades de gobiernos son conflictivas; porque las autoridades no cumplen los pactos firmados.
Existe una influencia geopolítica de las potencias mundiales, que resulta negativa en la relación entre los productores y sus gobiernos.
Las organizaciones de productores deben ser tomadas en cuenta, deben ser parte de los debates y toma de decisiones, a todos los niveles; con sus propios gobiernos, donantes y la ONU.
Las organizaciones internacionales y los gobiernos deben reconocer y respetar que cada país tiene una realidad diferente y que ésta debe ser tomada en cuenta al momento de plantear políticas.
I FORO MUNDIAL DE PRODUCTORES DE CULTIVOS DECLARADOS ILÍCITOS
Barcelona, 29-30-31 Enero 2009
Secretaría Técnica del FMPCDI
Calle Carders 12, pral, 08003 Barcelona, España
Telf: +34 678 13 18 50
fmpcdi.secretaria@cerai.es; www.fmpcdi.org
A finales de marzo del 2007 se ha constituido en Valencia (España), el Comitê Internacional Promotor (CIP) del I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos.
CONSIDERACIONES GENERALES
Heroína, cocaína y marihuana: son las grandes drogas ilícitas que más preocupan a la comunidad internacional y se elaboran a partir de plantas como La adormidera para el opio, la hoja de coca y el cannabis. Estas plantas son cultivadas por comunidades campesinas de Asia, América Latina y África principalmente, ocupando superficies considerables. En el año 2005, según las últimas estimaciones disponibles facilitadas por la ONU, las plantaciones ilícitas de opio cubrían más de
150.000 hectáreas, sobre todo en Asia, de las que al menos 100.000 hectáreas corresponderían a Afganistán. La hoja de coca, una parte de cuyo cultivo satisface una demanda legal, se extendería sobre 160.000 hectáreas en tres países andinos, Perú, Bolivia y Colombia, estando la mitad de las mismas ubicadas en este último país. En cuanto al cannabis, sin duda la planta de cultivo ilícito más extendida en El mundo, encuestas de terreno han determinado, que Marruecos es un gran productor
mundial de hachís1 con 72.000 hectáreas de cáñamo en 2005 (y 134.000 hectáreas em 2003). En todo el mundo, desde hace décadas, millones de personas viven o sobreviven de la producción agrícola de estas “plantas para drogas”, siendo el sector que menos ingresos obtiene en la cadena mundial del tráfico internacional de estupefacientes.
Estos “campesinos criminalizados” no pueden considerarse como un fenômeno marginal y pasajero. Son parte integrante de la realidad del siglo XXI y se inscriben en una problemática permanente de dimensión planetaria. Las características de esta agricultura tan particular no podían ser más paradójicas. Las drogas se enmarcan más que ningún otro producto en una economía mundializada, siendo sin embargo El resultado de configuraciones locales que se combinan en grado diverso, pero de manera muy remarcable: su enclave geográfico especialmente en regiones de montaña, El aislamiento social, la violencia política y el subdesarrollo económico.
LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
Según los Convenios Internacionales la producción agrícola de estas plantas queda restringida a fines médicos o científicos. En consecuencia los Estados no garantizan en el caso de los cultivos declarados ilícitos los derechos humanos de los agricultores. Pobres y sin defensa, los campesinos son los actores más desprotegidos de esta economía, de tal forma que se encuentran en muchas ocasiones bajo La férula de grupos armados y/o funcionarios corruptos, además de estar frecuentemente estigmatizados como criminales por las autoridades y la sociedad de
su país.
Sometidos entre los sometidos, si estos “jardineros de los paraísos artificiales” se organizan para reivindicar sus derechos, comenzando por el respeto al uso cultural y a la producción de derivados lícitos, la mayor parte de ellos no llegan a encontrar un reconocimiento similar al obtenido por los sindicatos de cultivadores de coca andinos. Sus movilizaciones se pagan generalmente con sangre.
Hasta el momento las respuestas de la comunidad internacional no han dado los resultados esperados: la eliminación o reducción significativa y permanente de los cultivos para usos ilícitos. Con los programas del “desarrollo alternativo”, salvo en contadas excepciones, no se lograron las metas previstas. En cuanto a “las posturas de fuerza”, la erradicación forzosa de plantaciones tampoco ha sido eficaz, y Allá donde se ha puesto en práctica a través de fumigaciones aéreas con productos químicos, como en Colombia, ha significado una seria amenaza para el medio
ambiente y la salud humana. Este fracaso es cuantificable: en apenas quince años se han multiplicado las toneladas de materias primas obtenidas de la economía agrícola de las drogas ilícitas. Y lo que es peor en ocasiones han causado crisis humanitarias.
Las poblaciones concernidas por las producciones ilícitas no son consultadas por los organismos nacionales e internacionales. Su voz no es escuchada en la elaboración de estrategias de las que son considerados como “beneficiarios” no permitiéndoles de esta manera de tan dramática situación. En la Comisión de Estupefacientes –órgano de la ONU en materia de drogas-, no se consideran jamás estas voces. En contados países existen sindicatos de productores, cuyo papel se ha visto reforzado en Bolivia con la elección como presidente de un agricultor líder de
los sindicatos de “cocaleros”. Existen relaciones entre los productores de hoja de coca de tres países andinos, pero éstos no tienen ningún contacto con las comunidades campesinas que cultivan adormidera y cannabis en otros continentes, comunidades por lo general aisladas, diseminadas y marginadas. En el año 2008 se cumplen diez años de la celebración de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre Drogas (UNGASS).
En el año 1998 este mismo organismo se puso como objetivo la eliminación o reducción sustancial de los cultivos ilícitos. Es el momento de hacer un balance de las acciones realizadas y decidir en consecuencia una nueva estrategia para el futuro. Las poblaciones afectadas por las producciones ilícitas deberían tener un papel importante en este proceso.
OBJETIVOS DEL FORO
El I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos que se desea realizar en enero del 2.009, se plantea facilitar a los productores:
-Intercambiar e informar sobre los problemas políticos y socioeconómicos que empujan a las comunidades hacia estas formas de agricultura, dándolos a conocer a la opinión pública mundial;
- Abordar el porvenir de las poblaciones afectadas: desarrollo equitativo y sostenible de las economías, los territorios rurales, los recursos naturales, reformas agrarias, desarrollo alternativo, desarrollo de usos lícitos de estos cultivos (culturales, medicinales y alimenticios);
- Generar propuestas de políticas distintas para ser presentadas a las instancias oficiales pertinentes;
- Articular asociaciones y redes capaces de ser interlocutoras de las autoridades y entidades regionales, nacionales e internacionales, a la vez que actores de su propio desarrollo.
El I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos pretende reunir agricultores afectados por las políticas actuales. Somos conscientes que al estar limitados legalmente por su actividad productiva, se precisará la presencia de otros actores que participan en el contexto de la economía rural de estas regiones y que pueden dar su punto de vista y compartir sus experiencias: agentes de desarrollo local, de cooperación internacional, representantes comunitarios, expertos e investigadores, etc.
Las conclusiones y deliberaciones de este I Foro Mundial deben ser tomadas en cuenta a la hora de diseñar las futuras estrategias políticas de los gobiernos y de la comunidad internacional. Se necesitan políticas que preserven el derecho de las gentes a mantener medios de sustento sostenibles más allá de los falsos enunciados que afirman que se resolverá el problema mundial del consumo de drogas atacando a los cultivadores pobres.
El Comité Internacional Promotor de este primer I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos (FMPCDI) hace un llamamiento a organismos internacionales, a asociaciones y sindicatos, a gobiernos, y a la sociedad civil en general, a que reconozcan la gravedad de la situación de las poblaciones afectadas, apoyando esta iniciativa.
MIEMBROS DEL COMITÉ INTERNACIONAL PROMOTOR (CIP)
- Jorge Hernández (España): presidente@cerai.es
- Pien Metaal (Holanda): pmetaal@tni.org
- Pedro Arenas (Colombia): pedro1arenas@hotmail.com
- Alain Labrousse (Francia): allab@club-internet.fr
- Jean Bourliaud (Francia): bourliaud@ivry.inra.fr
- Dionisio Núñez Tangará (Bolivia): diococa@hotmail.com
- Ricardo Soberón (Perú): rsoberon@tni.org
- Coletta Youngers (EE.UU): coletta@mindspring.com
- Tom Kramer (Holanda): tkramer@tni.org
- Gil Gorchs (España): gil.gorchs@upc.edu
- César Jerez (Colombia): prensarural@gmail.com
* Coordinador del CIP: Javier Gonzáles Skaric de CERAI- fmpcdi@cerai.es
* Secretaría Técnica FMPCDI: Julia Volpe y Anabel Carreras- fmpcdi.secretaria@cerai.es
ENTIDAD ORGANIZADORA:
* CERAI- Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional. www.cerai.es
ENTIDADES COLABORADORAS:
* TNI- Transnational Institute. www.tni.org
*APMM- Association des Populations des Montagnes du Monde. (www.mountainpeople.org)
* WOLA- Washington Office on Latin America. www.wola.org
ENTIDADES FINANCIADORAS:
* FPH- Fondation Charles Léopold Mayer pour le Progrès de l’Homme
* OSI- Open Society Institute
* GTZ- Agencia Alemana de Cooperación Internacional
* Barcelona Solidària- Ayuntamiento de Barcelona
Notas:
1 Pero no necesariamente de cannabis.