La ONU pide al país eliminar el pijcheo y el mate de coca
Por: La Razón Data: 06/03/2008
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), exhortó al Gobierno de Bolivia a adoptar medidas para prohibir la utilización de coca en mate y el hábito conocido como pijchar o acullicar. El Ejecutivo criticó la petición y dijo que reafirmará el significado cultural de la coca.
El informe de la JIFE, de marzo de este año, manifiesta en las recomendaciones que “la Junta exhorta a los gobiernos de Bolivia y Perú a que adopten medidas sin demora con miras a abolir los usos de la hoja de coca que sean contrarios a la Convención de 1961, incluida la práctica de masticarla y la fabricación de mate de coca y otros productos que contengan alcaloides de la coca con destino al consumo interno y la exportación”.
La Convención del 30 de marzo de 1961, que tuvo lugar en Nueva York, Estados Unidos, contó con la participación de todos los Estados miembros de las Naciones Unidas y otros más; en esa ocasión se llegó a conclusiones de la fiscalización que se debería tener sobre estupefacientes, entre ellos la coca.
El informe publicado esta gestión señala que en Bolivia y Perú continúan la práctica de masticar hoja de coca. “La Junta señala que esa práctica debería haberse abolido, en los países en que existiera, en el curso de los 25 años siguientes a la entrada en vigor de la Convención de 1961”. Sin embargo, como dicha convención entró en vigencia en 1964, se debería haber puesto fin a esa práctica en 1989.
Asimismo, el informe de la JIFE manifiesta que actualmente la coca se utiliza en Bolivia y Perú para la fabricación y distribución de mate de coca. “Ese uso tampoco está en consonancia con las disposiciones de la Convención de 1961”.
En el documento, la JIFE exhorta a los gobiernos de Bolivia y Perú a considerar modificaciones a la legislación nacional con el fin de abolir o prohibir las actividades que sean contrarias a la Convención de 1961, entre ellas el masticar la hoja de coca, la fabricación de mate de la hoja y otros productos que contengan alcaloides de la coca.
Ayer, el Gobierno firmó dos convenios con la Comisión Europea con el fin de apoyar el Plan Nacional de Desarrollo Integral con coca y el Control Social de la producción de la coca. Los proyectos están financiados por 36 millones de euros. En ese marco, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, criticó el pedido de la JIFE y aseguró que, si entraría en vigencia, sería un atentado contra la cultura histórica de Bolivia.
Aseveró que en la próxima convención se reafirmará el carácter cultural de la hoja de coca. Por su parte, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo que la exhortación es “una impostura”.
La JIFE dice que Bolivia adoptó una estrategia de fiscalización de drogas para el periodo 2007-2010 “que entraña un cambio en la voluntad política y el compromiso en relación con los objetivos de los tratados”.
Contempla que en la estrategia boliviana “se reitera la firme posición del Gobierno contra la fabricación y el tráfico ilícito de cocaína y contra las organizaciones delictivas involucradas. También acoge con beneplácito la decisión del Gobierno de fortalecer el mecanismo de vigilancia y control del cultivo de coca”.
La Junta observa “con preocupación” que la manera en que la estrategia aborda la práctica de masticar coca “no está en consonancia con las obligaciones emanadas de los tratados de fiscalización internacional de drogas a los que Bolivia se adhirió”.
La Junta solicita al país que “cumpla esas obligaciones y adopte medidas para prevenir la venta y el uso de coca, y los intentos de exportarla, con fines incompatibles con tratados de fiscalización internacional de drogas”. El informe señala también que cada una de las Partes (Estados) de la Convención de 1961 “debería tipificar como delito, cuando se cometan intencionalmente, la posesión y la adquisición de hoja de coca para el consumo personal, en contra de lo dispuesto...”.
Según el informe de la JIFE, en Bolivia la superficie total de coca ascendió a 27.500 hectáreas el 2006, lo que significa un aumento del 8% con respecto al 2005.
La superficie total de erradicación en todo el territorio registró una reducción de 17%, a 5.070 hectáreas. Asimismo, la producción potencial de clorhidrato de cocaína aumentó a 94 toneladas, 14 más que el 2005.
“La Junta exhorta a Bolivia y Perú a adoptar medidas sin demora con miras a abolir los usos de coca, incluida la práctica de masticarla”.
“Eliminarla (consumo de coca) sería acabar con gran parte de la cultura boliviana y nuestra propia vida”, ministro Alfredo Rada.
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